domingo, 20 de febrero de 2011

EL CARNAVAL POPULAR DE SAN CRISTOBAL



Jorge N Guigni
Coordinador General

El Carnaval Popular de San Cristóbal es el evento cultural de mayor trascendencia y arraigo popular que se celebra en esta provincia. Es el festejo más democrático y aglutinador que tenemos. En él participan todos los sectores que componen nuestra comunidad social y cultural sin ser objeto de discriminación ni censura, pudiendo expresar libremente sus prácticas culturales, su imaginación creadora y sus ideas.

El Carnaval Popular ha permanecido realizándose ininterrumpidamente desde 1980, posicionándose como una institución cultural trascendente y convirtiéndose en un aporte importante al ámbito de la identidad colectiva de nuestro pueblo que, sin lugar a dudas, siente el orgullo de tener uno de los carnavales más peculiares de nuestro país.

En San Cristóbal el Carnaval tiene una gran diversidad de personajes y estampas, una parte de ellas, como Los indios, Los Galleros, La Muerte, Se Me Muere Rebeca, Las Roba la Gallina, Los Africanos ( o Pepes, como se les llama localmente) y los Diablos Cojuelos, aunque tienen características distintivas de nuestra comunidad, forman parte de las estampas tradicionales del carnaval nacional, y otras como El Toro y su Tribu, El Doctor, El hombre de los Zancos, Puntilla, El Trabucazo de Mella y La XXI División, son creaciones que sólo las podrán observar aquí.

Pero la característica más importante del Carnaval Popular de San Cristóbal, que lo diferencia de los demás carnavales del país, es su contenido educativo y pedagógico y su forma de realizarse. Sus personajes, estampas y comparsas incluyen generalmente un contenido crítico o educativo, no se limitan al goce ni al desenfreno, sino que incorporan en sus creaciones parte de los problemas sociales que padecen los integrantes de las comparsas. De esta manera se transforma en un inmenso espacio lúdico donde la gente se divierte buscándole solución, denunciando o burlándose de sus problemas cotidianos.

El Carnaval Popular de San Cristóbal culmina el 27 de febrero con su característico desfile, que recorre la Avenida Constitución hasta llegar al Parque Piedras Vivas (*), donde se presentan las comparsas en tarima una por una, para el disfrute de la gran multitud que allí se reúne y para la evaluación final de las mismas por parte del jurado que otorga los premios.

Al terminar la presentación de las comparsas, el jurado anuncia los ganadores de las distintas categorías de participación y el carnaval concluye, pero a la vez comienza de nuevo, porque en las mentes de todos los participantes de inmediato se proyectan las imágenes de lo que quisieran hacer en el próximo carnaval, que generalmente es algo que supera en todos sus aspectos lo ya realizado.

(*) En los últimos tres años se ha realizado en la Avenida Libertad, frente a la Plaza de los Constituyentes.

LA SIESTA DEL LAGARTO VERDE/ FREDDY BRETON


Prólogo
P. Mateo Andrés, sj.

He aquí un libro realmente nuevo, inesperado, extraño… Una auténtica joya literaria; o mejor quizá, mosaico o engarce de joyas finísimas.

Se trata de un florilegio inusitado de historietas, cuentos, fábulas, parábolas, ocurrencias, sugerencias, dichos, chispazos… literariamente preciosos, trabajados y retocados con cuidado de orfebre hasta a el más mínimo detalle; y todos ellos guardando en su interior, como en un estuche recamado, una lección moral apenas sugerida pero valiosísima. De los libros ábellos escritos en Dominicana, que yo haya leído en estos últimos años.

Apenas empezaba la lectura, el lector culto hallará en este libro- y eso lo digo como gran alabanza- unos como ecos o reminiscencias de Anthony de Melo. Pero esa impresión va a durar muy poco. A medida que avance en su lectura, empezará a notar diferencias. Mello tiene una habilidad asombrosa para recoger del acervo universal de la cultura humana cuentos bellísimos e iluminadores, que luego transcribe con una literatura o estilo únicos. Freddy es un observador innato; busca dentro de él mismo la fuente de su inspiración; y cuando sale, lo hace apenas al entorno de nuestra cultura dominicana.

En razón de esa diferencia, Freddy puede parecer menos exótico y quizá menos profundo; pero para un lector dominicano mucho más próximo, realmente uno de nosotros, dominicano como el más dominicano, sólo que dotado de ojos y sensibilidad nuevos y finísimos.

De mi experiencia en la lectura del libro puedo afirmar una cosa: apenas empiezo una historieta, ya no puedo dejarla por la mitad; me siento metido en ella, realmente cogido por el relato, y ya no puedo dejarla hasta conocer el desenlace. Porque, en su brevedad, y esto es una gran alabanza de nuestro autor, Freddy logra dar a sus relatos un verdadero suspense.

Tales son, a mi juicio, algunos de los valores literarios de esta obra preciosa. El Padre Freddy Bretón, profesor de Sagrada Escritura de nuestro Seminario Santo Tomás de Aquino, se muestra en ella un escritor consumado. Y puesto que éste es su primer libro en prosa - ha escrito ya varios en verso -, se nos presenta al mismo tiempo, por primera vez, como un verdadero y esperado escritor promesa.

Querido padre Freddy, ¿qué puedo desearle uno que fue su profesor y aprendió ya desde entonces a apreciarle?

¡Que cumpla esa promesa!
¡Que sigamos viendo nuevos libros suyos!

La vaca que empezó a amar a Beethoven

Vialáctea pasatba sosegandamente; alta, robusta y en extremo pacífica (tanto, que hasta había nacido sin cuernos). Yo la miraba aventar la nariz mientras su enorme lengua segaba la yerba. Distraída en la rutina de su oficio fue acercandose a mi casa: rozaba, al pasar, las florecitas rojas y amarillas; sus pezuñas, esquivaban las piedras, dormidas como ovejas en el prado: Se detuvo luego, y continuaba mordiendo la yerba verde. Sin levantar la cabeza alzó una oreja; desde mi balcón le llegaba el concierto para violín en re mayor, de Beethoven, que iba ya por el segundo movimiento. Alzó luego la cabeza, y un brillante hilito de baba quedó suspendido entre la boca y la grama: me llamó la atención el hecho de que, siendo más bien lento en el inicio del segundo movimiento (un larghetto), ella suspendiera todo para escucharlo-al parecer- atentamente. Mantuvo la cabeza en alto y las orejas en dirección hacia la música (ella nunca sabría que Beethoven tuvo que usar grandes cuernos para escuchar su música). Estuvo así unos instantes. Bajó después la cabeza y seguía mordisquienado; a veces giraba los ojos y dejaba de masticar, quedando algunas ramitas verdes pegadas alrededor de su boca.

Cuando el violín solista entró en la parte más tienra, levantó de nuevo las orejas; ahora le brillaban los enormes ojos.

Así estuvo embelesada, como siguiendo el violín en su diálogo con la orquesta, sobre todo cuando éste se volvía un hilillo tenue o un fino metal cimbreante, apoyado sólo en un leve pizzicato.

Entró luego el rondo del tecer movimiento. Cuando subía de tono el diálogo del violín con la orquesta, la vaca se mostraba intranquila y hasta escarbaba el suelo con sus pezuñas.

Algo escuchó de la cadenza final, pero con la irrupción del contrabajos y timbales se estremeció elanimal; la aasaltó quizá algún temor congénito, lejanas reminiscencias de ruedos de arena. Tal vez sintió el tropel de alguna manada de toros salvajes… Lo cierto es que, dando súbito estampido, se retiró de la escena justo cuando el director,-enfurecido- hundió certeramente el estoque en los lomos del toro para dar fin al concierto.La siesta del LAgarto

EN LA UNIDAD ESTA LA FUERZA



Agustín Perozo Barinas.

La delincuencia arropa nuestra sociedad. No solo la de carácter violento, como son los homicidios, sicariato, feminicidios, atracos y violaciones, sino también los tipificados como fechorías de cuello blanco, categoría donde entra la reinante corruptela en el Estado.

En cuestión de años se nos ha venido de golpe esta situación que bien pareciera incontrolable. Investigando en toda la geografía nacional sobre las cinco calamidades capitales, de otras muchas que agobian a la población, se revela la inseguridad ciudadana entre las de mayor desvelo. No hay un solo día que el alma se serene sin oír o leer en los medios de prensa de uno u otro acto desgarrador en nuestro país. Y se van agravando las particularidades de éstos.

Nuestro mapa político ha sido fragmentado de tal forma que su control se hace cada vez más disperso. Los recursos no se priorizan y se diluyen las estrategias. Continúa la rancia costumbre de convocar seminarios y cumbres, designar comisiones, formular declaraciones; y habitualmente sin resultados efectivos apreciables. Habría que involucionar todo el sistema para reformarlo y relanzarlo hacia una “revolución evolucionista.”

República Dominicana, por la extensión de su territorio y el tamaño de su población, no debería exceder cinco regiones políticas que respondan a un eje transversal en el Palacio Nacional. En cada región de éstas un gobernador, un superior policial y un superior militar a los que respondan sus contrapartes provinciales. Estos jefes regionales responderían directamente al Presidente de la República. Cada región sería así una extensión de un puño, como dedos a la mano. Cerrados hacia sí, representan la unidad y la fuerza, condiciones necesarias para enfrentar la descomposición y desintegración generalizadas.

Es legítimo que la ciudadanía reclame por estructuras militares y policiales depuradas con menor número de efectivos hasta una cantidad que incorpore la eficiencia y la competencia de sus mandatos, mejor preparadas y remuneradas, y a su vez con estrictísima supervisión y sanciones a la infracción de sus normas y juramentos ante la sociedad. En contrapeso a esta rigurosa preparación, reforzada inspección y drásticos correctivos a transgresiones, que disfruten de un aliciente paquete salarial y progresivo al rango que les asegure, en grado digno, derechos a ellos y a sus familias en la salud, vivienda, seguridad social, educación, retiro, etc.

Es preferible asumir ese costo en el presupuesto nacional que vivir de rodillas ante la delincuencia y sus secuelas. A una sociedad con marcadas carencias materiales y cívicas le sumamos la adversidad de la inseguridad ciudadana, entonces tenemos un purgatorio en nuestro propio suelo y un capital social en franco deterioro. Este “puño nacional” no podrá estrechar la mano con el delito y el desgobierno, pues cerrado no abriría ante la culpabilidad. Pero deben consumarse cinco imposiciones esenciales: Formación, supervisión, prevención, sanción y retribución.

El costo económico de la delincuencia a la sociedad en relación al Producto Interno Bruto (PIB) debe ser tomado en cuenta para influir un término compensatorio a la propuesta. Analizar los gastos en hospitales públicos para atender heridas ocasionadas por delitos violentos y a los accidentados en vehículos de todo tipo, incluidos motoristas, derivados por infligir la ley de tránsito por alguna de las partes, o ambas a la vez. Los gastos legales del ministerio público para completar expedientes y darle seguimiento a estos procesos. Los gastos penitenciarios para mantener una población correccional en aumento. Si la sumatoria de estas partidas se aproxima al 1% del PIB se puede concluir que habría que destinar recursos en esa proporción para contraponer sus raíces.

¿Qué tipo de libertad es aquella asediada por el desorden y la inseguridad? Gobiernos con caciques que no son referentes morales no pueden garantizar el retorno de la tranquilidad. Ni respetan la institucionalidad y cada día son más avispados para exprimir el erario con paquetes salariales, contratos y comisiones que no corresponden a un Estado pobre, por más estadísticas que presenten para su propio consumo. La mayor proporción de la población dominicana es pobre, que se clona a sí misma y su circunstancia, por su limitación educativa. ¿Por qué les es tan difícil entender el contexto de la pobreza? ¿Por qué hay que examinarla tanto como lo que es y no por lo que la causa?.

Cientos de miles de dominicanos adultos están enajenados con un inédito oscurantismo criollo, un martilleo rítmico, alcohol y motoconcho. La mujer dominicana sigue soportando en su cocina con los calderos “boca’bajo” y los jóvenes, con pocas oportunidades, están expuestos a las mismas precariedades de sus padres. Serán estas mujeres y estos jóvenes, atrapados en una crisis que no cede, los que aguijonearán las voluntades de los hombres dominicanos para reclamar otra suerte existencial. No dudemos, pues lo veremos...

El Museo de Sacapuntas de la Maestra Mencía Renville Santos Cumple 50 años



Por: Orlando Alcántara Fernández (Orly).

Hoy, 25 de marzo del 2009, el Museo de Sacapuntas de la maestra Mencía Renville Santos cumple su 50 aniversario. Fue fundado el 25 de marzo del 1959 y en la actualidad cuenta con 2,249 sacapuntas de todos los tipos imaginables. En una investigación por Internet en inglés y español me enteré de lo siguiente acerca de los sacapuntas.

La Enciclopedia Libre de Internet Wikipedia tiene un artículo en inglés que da la información de que el matemático francés Bernard Lassimone solicitó la primera patente para fabricar sacapuntas en el 1828. La patente francesa es la número 2444. (Pencil Sharpener, 2008). El Early Office Museum (Museo de la Oficina Temprana) ofrece una breve e interesante historia de los sacapuntas. Es importante acotar que este museo es virtual, es decir, es simplemente un museo en Internet, sin edificio y sin presencia física. (Early Oficce Museum, 2000-2011).

Paul Johnson, de 84 años de edad, es el propietario del Pencil Sharpener Museum (Museo de Sacapuntas) localizado en Carbon Hill – Nelsonville, Ohio, en los Estados Unidos de América. El 3 de agosto del 2003 tenía una colección de 2,400 sacapuntas sin contar los repetidos (RoadsideAmerica.Com, 1996-2008). En noviembre del 2007, tenía 3,107 sacapuntas. En eHow.com la autora Cyn Reed escribió una reseña sobre este museo en el 2010 (Reed, 2010).

Más adelante haré lo posible por dar más información sobre este tema centrando la atención en el Museo de Sacapuntas de la maestra Mencía Renville Santos. Por ahora, todo parece indicar que sólo hay 2 museos especializados en sacapuntas por lo menos en los países de habla inglesa y española, pues la investigación que efectué no pudo ser realizada en otros idiomas. Me di cuenta que el Libro de Récords Mundiales de Guinness no tiene una categoría sobre sacapuntas. ¡Felicidades en este medio siglo del Museo de Sacapuntas, maestra Mencía Renville Santos! ¡Felicidades en Cristo Jesús! I Tesalonicenses 5:16-24. Orly

Última actualización: Hoy, 18 de febrero del 2011, Día del Estudiante, se develizó una tarja en la casa de la familia Renville Santos y se le rindió un reconocimiento público a doña Mencía Renville, quien tiene 94 años de edad. El número total de sacapuntas al día de hoy es de 2,290. Se publicó un brochure con los datos del Museo de Sacapuntas de Mencía Renville. Al actualizar este artículo aparecen datos nuevos en Wikipedia. Hay una colección de sacapuntas en Francia con 2980 sacapuntas (Lolomolubdo.Com, 2011). También en Holanda hay dos coleccionistas, Johan y Anky Koning, que tienen una colección de más de 450 sacapuntas (Koning, 2011). Además existe un coleccionista en Alemania llamado Sylvio Kresse que inició esta actividad en el 1986 (Kresse, 2011). Felicidades en Cristo Jesús. Orly.